En Brasil se hacen las cosas "com carinho". El cariño es un elemento indispensable a la hora de hacer un bizcocho (ver fotos), para construir un gobierno (sic de la Ministra Alves) o para justificar un .ppt que no ha funcionado, pero que el cariño lo compensa.
Culturalmente no sólo hay que hacer las cosas con cariño, sino que también es bueno decirlo y recordarlo. Hay que apelar al cariño. El cariño mola. El cariño vende.
A lo que iba: cuando Clara tenía 7 años, unos amigos queridísimos en Brasil con los que hablamos en español, le regalaron un perro de peluche. Le encantó y lo miraba contenta. Le preguntaron cómo lo iba a llamar y ella miró al peluche y respondió "Comcarinho". Nos reímos mucho y nos pareció de lo más ocurrente.
Después le pregunté que cómo se le había ocurrido el nombre y me dijo "Es que ya se llama así, mira"
Toda la razón tenía Clara, tan lista y rápida como siempre; el perro ya tenía nombre y estaba escrito en su sitio. Comcarinho, Conca para los amigos.
La galería de fotos, que podéis ir aumentado :-)